Desarrollar una buena presentación, lo suficientemente impactante, puede ser la forma más conveniente de dar a conocer un nuevo producto o servicio o exponer una estrategia al equipo de trabajo de una compañía. Cuando son dinámicas e interesantes, las exposiciones logran una conexión única que logra cautivar a los oyentes; sin embargo, crearlas no es una labor fácil, para muchos es complicado y tedioso estructurar las diapositivas y, más aun, hablar en público.
La presentación de escuetas diapositivas realizadas en PowerPoint y el nerviosismo descontrolado al momento de hablar en público son dos de los errores más comunes que se cometen al intentar explicar el desarrollo de una estrategia o el lanzamiento de un nuevo producto. El resultado: presentaciones que no impactan y que condenan al fracaso un proyecto prometedor. Es por ello que hoy te traemos algunas pautas que te ayudarán a crear presentaciones de alto impacto, aquellas que permiten dejar una huella imborrable en la audiencia.
Preparación previa para lograr presentaciones impactantes
Antes que nada, es importante tener en cuenta que la buena preparación previa a la exposición es fundamental para ganar seguridad y confianza al momento de la presentación. El primer paso para conseguirlo empieza por desarrollar un mapa conceptual o diagrama que contenga los puntos más importantes que serán tratados al momento de exponer.
La estructura en cuestión deberá seguir una secuencia de lo más sencilla, fácil de explicar y, sobre todo, de entender. Las diapositivas a utilizar deberán ser lo más concisas posibles, dándole prioridad a frases cortas que contengan lo más sustancial del tema. Textos extensos y tipografía pequeña son algunos de los errores más comunes que se cometen al momento de incluir contenido a la presentación.
Por su parte, el uso de material gráfico y contenido audiovisual ayudan a trasmitir un mensaje mucho más potente. Imágenes con muy buena resolución o videos en alta definición son parte de una presentación ideal por lo que la selección del material debe ser de lo más cuidadosa. El apoyo, tanto en sonido como en imágenes, logrará mantener la atención de la audiencia y les permitirá entender mucho mejor los conceptos planteados.
Además, es preciso incluir música o cualquier otro elemento audiovisual que capte el interés y despierte emociones positivas entre los oyentes; sin embargo, este tipo de contenidos solo deberá ser utilizado como material de apoyo, evitando depender de ellos o utilizarlos en exceso.
El entrenamiento previo del expositor
Hasta aquí, nos hemos enfocado en los contenidos y materiales a utilizar, sin embargo, el contenido trabajado es solo una parte del éxito de la presentación, la otra parte, incluso la más importante, son las condiciones oratorias de la persona que realiza la exposición y el nivel de preparación que demuestre. El éxito de una presentación de alto impacto lo determina, en gran parte, la buena expresión y dicción del presentador.
Una adecuada modulación de la voz, la utilización de fichas de ayuda memoria con las ideas clave a exponer, así como el entrenamiento vía varios ensayos previos, son acciones clave que se deben trabajar para optimizar la expresión oral del expositor. Conseguir la inmediata conexión con el auditorio es el resultado de un buen trabajo oral.
Durante el desarrollo de la exposición, es preciso que el presentador establezca contacto visual con la audiencia, a fin de atraer su atención y demostrar mucha seguridad al hablar. Además, el expositor deberá asegurarse de mantener la energía constante durante toda la presentación, de principio a fin. Este ritmo solo se consigue con el ensayo previo todas las veces que sea necesario.
Contar historias relacionadas al tema, conseguir afinidad con los oyentes e incluir frases potentes son acciones que garantizan mantener el interés del público. Seguridad, energía y motivación son la mezcla perfecta de una presentación de alto impacto al momento de lanzar nuevos productos o servicios.
Manteniendo motivada a la audiencia
Las presentaciones más impactantes son aquellas que logran mantener la energía de principio a fin. Para conseguirlo, un elemento clave es poner foco tanto al inicio como al final; esto quiere decir, abrir con algo potente al arranque y cerrarlo al finalizar la exposición. Durante el desarrollo, los temas deberán llevar a ese final magistral.
Un recurso muy efectivo para las presentaciones es cerrarlas con una frase contundente, aquella que tenga el poder de grabarse en la mente de los asistentes durante algún tiempo.
Por último, el expositor debe ser creativo y original, sin intentar imitar a nadie. La audiencia identifica con rapidez cuando el presentador intenta copiar un estilo determinado y eso deja una mala impresión entre los oyentes. Encontrar su esencia, ser fiel a su personalidad y sacar lo mejor de sí es parte del entrenamiento que deberá seguir el orador antes de realizar su presentación de alto impacto.
Como has podido ver, realizar presentaciones de alto impacto, que sean persuasivas, emocionantes y que logren cautivar a la audiencia va más allá de mostrar un simple grupo de diapositivas; requiere de una adecuada preparación previa, tanto del material a presentar como del expositor. La clave es tocar la emocionalidad del auditorio y eso se consigue con mucha creatividad, apoyo audiovisual y la energía del presentador al exponer sus ideas. Una combinación de estos elementos garantiza una exposición memorable que perdure en el tiempo.
Con estos consejos, es posible conseguir presentaciones realmente impactantes que dejen un recuerdo indeleble en los oyentes al momento de exponer una estrategia o lanzar nuevos productos o servicios. La clave del éxito: ensayar la exposición una y otra vez hasta que quede perfecta.