Para analizar la forma en la que podremos mejorar la velocidad de carga de una página web, es preciso tener en claro primero algunos términos relacionados. Por ello, en este artículo debemos empezar refiriéndonos al concepto de usabilidad. Esto, que no es más que una evaluación de la facilidad y comodidad con la que los usuarios acceden y disfrutan de tu web, se ha convertido en uno de los medidores más relevantes en el diseño y mantenimiento web.
Pero, ¿cuál es la relación entre la usabilidad y la velocidad de carga de la página?
Uno de los elementos que se toman en cuenta para calcular la usabilidad de una web es la velocidad de carga y este indicador, a su vez, es preponderante para el posicionamiento de tu página en el buscador.
Para entenderlo mejor, a mayor velocidad de carga se consigue una notable mejora en la usabilidad y, por ende, mejora el posicionamiento de la web, lo que se traduce en mayores posibilidades de destacar y de conseguir que tus potenciales clientes accedan a la página.
Además, para decirlo con menos tecnicismos, una página lenta resulta aburrida para cualquier usuario, mucho más si se trata de una tienda online, en donde la velocidad para seleccionar y comprar es un factor decisivo para conseguir los objetivos deseados.
Ahora sí, vamos a entrar en materia
¿Qué es la velocidad de carga?
Cuando estamos hablando de la velocidad de carga de una página web, nos estamos refiriendo al promedio de tiempo que le toma a la misma el aparecer en pantalla.
Es un valor estimado cuyo cálculo se inicia desde el clic en el enlace hasta la carga completa de todo el contenido de la web.
Por lo general, este valor se expresa en segundos y está compuesto de dos elementos; el primero es el tiempo del servidor, que se calcula en base a la velocidad de la conexión a internet con relación a la rapidez con la que archivos como fotos, son servidos. El segundo, el tiempo del navegador, en cuyo caso, se trata de la velocidad que le toma al navegador procesar la página y ejecutarla en su versión final disponible para la interacción con el usuario.
Considerando estos dos factores, podemos decir que tu página web puede experimentar diferentes tiempos de carga según diversos aspectos a tomar en cuenta, como el navegador que sea empleado para la búsqueda (Chrome, Mozilla, Safari), el dispositivo desde donde se acceda (dispositivo móvil o ordenador de sobremesa) e, incluso, la ubicación geográfica desde donde se realiza la conexión.
Por ejemplo, si el centro de datos con los servidores de una tienda online está ubicado en los Estados Unidos, pero los consumidores se encuentran en zonas alejadas como Nueva Zelanda, lo más seguro es que estos usuarios tengan tiempos de carga largos y variantes.
Ahora bien, si los archivos estáticos, como las fotos u otro tipo de elementos, se encuentran copiados en diversos centros del mundo, al momento de solicitarse la carga de la página, la misma extraerá la información del centro más próximo, reduciendo de forma significativa la velocidad de carga.
Consejos para mejorar la velocidad de carga de mi web
Lo primero que debemos determinar es cuánto tiempo debería tardar una web en cargar. Lo ideal, según la opinión experta del equipo de Hubspot, sería que la web tardara un tiempo para cargar de un máximo de 1,5 segundos. Si estos tiempos se cumplen ofrecemos una experiencia de usuario agradable, evitando esperas innecesarias a nuestros posibles clientes.
Para conseguirlo, es necesario realizar algunas acciones, aquí te brindamos algunas de ellas:
Emplea los plugins de caché
Estos plugins de almacenamiento en caché consiguen guardar la totalidad de los archivos HTML que han sido generados de forma dinámica en la memoria caché y se sirven directamente desde ahí. En esencia, lo que consiguen es que el sitio web estará reutilizando los datos generados con anterioridad.
Es así como, en el momento en que una nueva petición se realiza para recuperar los datos, el navegador recupera la versión en caché en vez de tener que volver a cargar todos los scripts PHP de nuevo. Gracias a ello, es posible mejorar considerablemente el tiempo de carga de la página, para las futuras visitas de tu sitio.
Utiliza el hosting correcto
En el momento de diseñar un sitio web, divorciate de la idea de ahorrar dinero comprando un dominio económico o consiguiendo un alojamiento de muy bajo coste. Es un hecho, lo barato sale caro. Por lo general, los servicios de hosting baratos tienden a dar un servicio muy malo y eso se evidencia en la velocidad de carga del sitio.
En los alojamientos económicos, la web comparte servidores con otros usuarios, lo que puede generar una carga mucho más lenta. Asegúrate de informarte sobre las características del hosting que estás contratando, entre ellas la velocidad de carga que ofrecen, y no te dejes llevar solo por el presupuesto.
Dedícale tiempo a la optimización de las imágenes
La cantidad de imágenes que tengas en el sitio puede ser determinante para la velocidad de carga. Por ello, es preciso que utilices algunos programas o plugins que te ayuden a optimizar las imágenes. Trabaja con el plugin WP Smush para disminuir el peso y el tamaño de las imágenes una vez que hayan sido subidas a la página, volviéndolas más ligeras.
También, tómate el tiempo de editar y perfeccionar las imágenes que utilices, adaptando sus medidas a las que emplea tu blog, para evitar imágenes demasiado grandes que ralentizan la carga.
A través de una página más rápida podremos conseguir un mayor tráfico, mejorar el posicionamiento en los buscadores y reducir considerablemente el porcentaje de rebote. Toma en cuenta estos consejos y lograrás una mayor velocidad de carga para mejorar la experiencia de usuario de la web.