En toda estrategia de marketing digital, la correcta aplicación de las llamadas a la acción acción o CTA representan una cuestión importante que no se debe pasar por alto. Tal es su nivel de importancia, que la forma en que la implementamos puede significar el éxito en la consecución de los objetivos trazados o el fracaso total de la campaña. Es por esa razón que resulta indispensable conocer la manera de optimizarlas para conseguir los mejores resultados.
¿Por qué son tan importantes las llamadas a la acción o CTA?
Una llamada a la acción, denominada Call to Action en inglés o CTA por sus siglas, está representada por aquel botón ubicado estratégicamente en un sitio web y que sirve para efectuar la tan ansiada conversión; esto es, conseguir que el visitante realice una acción determinada, la cual constituye el objetivo que deseamos cumplir en el negocio.
Así, en el caso estemos buscando, por ejemplo, que el usuario registre su correo electrónico, descargue un e-Book, rellene un formulario o realice cualquier otra acción, la CTA lo invitará a hacerlo.
Pero no es solo el botón lo que constituye la llamada a la acción, son un conjunto de elementos (mensaje, texto, colores, diseño) los que, en su conjunto, permiten conseguir el objetivo deseado. A través de la CTA, podremos captar leads y dirigir al visitante por el camino que lo lleva hacia el cierre de la venta y su conversión en cliente.
He ahí la importancia que tiene la CTA en toda estrategia de marketing digital: persuade al usuario a realizar la acción propia del objetivo final.
Ahora bien, para conseguir una llamada a la acción realmente efectiva, es preciso que la misma sea sumamente persuasiva. Para conseguirlo, se debe ubicar estratégicamente la CTA de acuerdo a ciertas pautas, así como optimizar todos los elementos que lo componen.
¿Qué formatos pueden ser utilizados para una CTA?
Lo primero que debemos definir es el formato que vamos a utilizar para realizar las llamadas a la acción. El botón es una de las opciones más utilizadas en toda estrategia de marketing, básicamente, por ser muy efectivo y sencillo de usar. Este formato se adapta muy bien tanto en una landing page como en un correo electrónico y los usuarios están tan familiarizados con ellos que, hoy por hoy, siguen generando muy buenos resultados en cuanto a conversión.
Pero el botón no es el único formato utilizado para una CTA. De un tiempo a esta parte, los GIFs animados están siendo muy requeridos para realizar llamadas a la acción novedosas y vistosas. A través de ellos, es posible motivar al usuario a clicar para pasar al siguiente nivel, apelando a las imágenes en movimiento que le dan un toque moderno y divertido a nuestra campaña.
Por su parte, los banners también son muy usados como CTA por las agencias de marketing para sus campañas. Los típicos avisos publicitarios colocados en distintos espacios dentro de una página web han brindado muy buenos resultados debido, especialmente, a que su tamaño permite una adecuada combinación de textos e imágenes lo suficientemente persuasivas como para lograr la conversión.
Aunque cada vez son menos usados ya que suelen bajar el nivel de experiencia del usuario, los Pop-ups, cuando no son invasivos, han probado ser una buena alternativa para llamar a la acción. Una de las formas más utilizadas de este formato es cuando el visitante está a punto de abandonar un sitio y aparecen con un texto sugestivo invitándolo a realizar una acción.
¿Cómo optimizar una llamada a la acción para que sea persuasiva?
Es fundamental entender que una CTA forma parte importante de la estrategia de marketing digital y como tal, su diseño y los elementos que lo componen deberán seguir la línea establecida en dicha estrategia.
A partir de ahí y una vez elegido el formato más conveniente, debemos organizar adecuadamente los elementos que constituyen la CTA, con el fin de potenciar su efecto atrayente y optimizar su resultado.
Uno de los elementos clave en una CTA es la tipografía a utilizar. Para definir cuál es la más adecuada, debemos tomar en cuenta su visualización en los distintos dispositivos en los que aparecerá la llamada a la acción. Por ello, lo más conveniente es usar un tipo de letra sencilla, con tal de que pueda ser leída sin mayor dificultad.
El texto de la CTA deberá ser lo suficientemente persuasivo como para convencer al visitante a realizar la acción. Lo más adecuado es empezar con un verbo del tipo inscribirse o descargar. Sin embargo, es necesario que tal efecto se logre con tan solo unas cuantas palabras. Es por ello que tanto el diseño como la tipografía van de la mano con el texto para constituir una unidad, capaz de cautivar y despertar el interés por clicar.
En este caso, es recomendable utilizar un texto breve para la CTA y acompañar el formato con otro texto más detallado, que aclare el beneficio que el visitante va a obtener si efectúa la acción. Este texto de acompañamiento deberá ser redactado cuidadosamente, con frases originales, impactantes y orientadas a la conversión.
La adecuada ubicación de la llamada a la acción va a permitir conseguir el efecto deseado. Así, deberá estar situada justo después del texto en el que se indican los beneficios que se van a obtener al realizar la suscripción.
El color deberá seguir los lineamientos de la marca e integrarse visualmente al espacio en el que está insertado. Además. Es preciso que mantenga un adecuado contraste con el texto, para facilitar su lectura.
Finalmente, debemos cuidar de no agobiar al visitante con excesivas llamadas a la acción ubicadas por todos los lugares de la página. Es mejor tener unas pocas ubicadas estratégicamente que muchas de ellas ya que lo único que logran es sobrecargar y atosigar. Puedes consultar a tu empresa de diseño web para que te orienten en este apartado si es preciso.
Con estas pautas, podremos crear llamadas a la acción realmente efectivas y con un gran potencial para realizar conversiones. Recuerda que el complemento perfecto para una CTA es contenido de calidad, para que el visitante encuentre la respuesta que está buscando, después de realizar la acción deseada.