Destacar entre todas y generar confianza en el cliente, ese es el nivel de fidelización que buscan las empresas para maximizar sus conversiones y para ello se orientan a influir en ciertos factores que inducen a las personas a tomar la decisión de compra. ¿Cómo lo consiguen? A través de técnicas de marketing que forman parte de lo que denominamos branding.
El branding resulta imprescindible en los negocios, más aún en tiempos como los actuales, en los que es preciso diferenciarse de la competencia para sobrevivir. A continuación, veamos cuáles son los pasos que se deben realizar para crear una estrategia de branding corporativo que pueda impulsar la empresa al nivel deseado.
¿En qué consiste el Branding Corporativo?
El branding, más que un proceso para levantar una marca, se trata de construir los valores que la misma requiere para que pueda ser reconocida por el público al que quiere llegar. Es decir, el branding corporativo lo que busca es que las personas piensen en tu marca cuando se habla de un producto determinado, que guarda relación con el tuyo.
Para esto, es necesario tener en cuenta una serie de elementos que le sumarán importancia a la empresa o, mejor dicho, los aspectos que conforman un plan de branding corporativo.
El paso a paso del Branding Corporativo
Lo primero que debes hacer para desarrollar un plan de branding corporativo es determinar cuál es el contexto sobre el que se va a desenvolver la marca. Es indispensable que realices un análisis interno para saber de qué manera deseas que te vean los consumidores o el público en general.
Luego, una vez que tengas eso claro, podrás empezar a analizar a tus competidores para determinar cuáles son sus ventajas y desventajas y así, encontrar la diferencia que posee tu marca frente al resto.
Lo que se busca con esta comparación es sobresalir y llegar al público desde un punto de vista completamente diferente, aun cuando el producto es similar a la competencia. En el mercado siempre habrá alguien ofreciendo productos o servicios parecidos, solo es preciso encontrar otro ángulo para ofrecerlo.
Tras los análisis realizados, podrás tener una idea de lo que le motiva al público al que se dirige la marca. Cuando tengas eso en mente, es momento de generar un buyer persona, es decir, una imagen del cliente ideal que esperas conseguir.
Son diversos los aspectos que debes tener en cuenta de este comprador ideal: gustos, edad, relación con el producto, necesidad de comprar él mismo, entre otras cosas. De esta manera, elevarás el alcance que puedas tener dentro de ese público y aumentarás las ventas de forma mucho más sencilla.
Generando emociones con el Branding
El branding corporativo busca generar emociones en los consumidores para que sientan la necesidad de obtener el producto que tienes para ofrecer.
Una empresa adquiere valor cuando sus principios inspiran, transmiten confianza y brindan seguridad al público; ejemplo de ello es la marca Nike, que ha logrado posicionarse como aquella que inspira a los deportistas a no dejarse vencer por los obstáculos.
Otro ejemplo que relaciona la marca con sus valores corporativos es Adidas, que se ha sumado a la conservación ambiental utilizando la tecnología para elaborar calzados que están hechos con una fibra producida con el plástico que se acumula como desecho en el mar, reduciendo el impacto de la contaminación.
Este tipo de contribución, sumado a la calidad de los materiales utilizados, hace que las personas tengan la confianza y el interés de adquirir los productos de la marca, y es ideal que como empresario tengas presente este enfoque para destacar tu compañía frente a las demás.
Ahora bien, los valores de una marca no pueden ser difundidos únicamente por sus acciones, sino también por la imagen de la misma. Es decir, debemos conseguir que, con ver el nombre y el logo, sea posible sentir y reconocer lo que desea transmitir.
La creación de la identidad visual de la marca
El diseño de la marca es fundamental para transmitir los valores de la misma. Para ello, es preciso considerar una serie de elementos que será necesario trabajar con el mayor cuidado posible.
El naming o proceso creativo para establecer el nombre de la marca es uno de estos elementos. Se recomienda que sea corto, fácil de pronunciar y que, en lo posible, tenga similitud con los productos que ofrezca.
El logo, por su parte, puede estar conformado sólo por textos o por una imagen sencilla, que llame la atención y que se pueda usar de diferentes formas en contenidos publicitarios. Por supuesto, también debe guardar relación con el nombre y sus productos.
El eslogan es un buen complemento que, aunque es opcional, le da un valor agregado y refuerza el mensaje de la marca. Además, se pueden cambiar a lo largo del tiempo para darle un enfoque distinto.
La identidad de marca no debe pasar por alto los colores corporativos. Se deberá contar con un color base sobre el que se trabaje todo el tema de comunicación, siendo reforzado por uno o dos colores secundarios.
Ya definida la imagen y la identidad de marca, nos enfocaremos en llevar a cabo acciones que nos permitan posicionar la marca; este posicionamiento deberá estar alineado con el plan de marketing de la empresa.
Estrategias de branding corporativo
Definir una adecuada estrategia es esencial para conseguir el tan ansiado posicionamiento. Para conseguir los mejores resultados, deberemos tener en cuenta los medios de comunicación tradicionales y los digitales, sin perder el foco en el buyer persona.
Entre los canales tradicionales, podremos considerar la conveniencia de realizar eventos de lanzamiento de productos, notas de prensa, distribución de merchandising y el desarrollo de campañas publicitarias.
En lo que respecta a los canales digitales, no podemos dejar de lado el uso de una página web corporativa, el email marketing y las redes sociales. Estos canales de comunicación representan un arma poderosa para potenciar nuestra estrategia de branding.
Con estas consideraciones, podrás realizar un plan de branding corporativo efectivo para tu negocio y conseguirás desarrollar una marca poderosa, viva y con personalidad.