¿Te has preguntado cómo hacen las empresas tecnológicas para obtener resultados de crecimiento realmente asombrosos año tras año? Pues la respuesta es simple: aplican el growth hacking, un enfoque innovador que utiliza métodos analíticos, económicos y creativos para aumentar de forma considerable el número de clientes de su negocio en el corto plazo. Si quieres conocer de qué se trata el growth hacking y cómo puede ayudar a hacer crecer tu negocio, presta atención al siguiente artículo.
Conociendo más a fondo el growth hacking
El growth hacking es un concepto transformador que ayuda a las startups a maximizar su crecimiento sin que sea necesario desembolsar grandes volúmenes de inversión y esfuerzo. Como tal, es un término novedoso que está muy asociado al marketing digital, pero del cual no hay una definición unificada de lo que representa, lo que genera mucha confusión. El creador del concepto fue Sean Allis, Business angel, que en el año 2010 utilizó el término en su artículo Find a growth Hacker for Your Startup.
Una noción general bastante aceptada, aunque es motivo de análisis más profundo, dice que el growth hacking es una manera diferente de ver el mercado y hacer crecer a las empresas con el menor coste posible. Allis mencionaba que los emprendimientos deben encontrar “formas escalables, repetibles y sostenibles para hacer crecer el negocio”.
¿Por qué las startups utilizan el growth hacking?
Existen dos características básicas del por qué las startups son las principales interesadas en utilizar el growth hacking sin importar el área en la que estas se desarrollan. Por un lado, está el aspecto esencial de ser emprendimientos novedosos y como consecuencia suelen, filosóficamente, estar alejadas de las formas tradicionales de ver y hacer las cosas. Por otro lado, la falta de dinero en abundancia, por lo que la utilización racional de los recursos es fundamental para obtener resultados en el corto plazo, de lo contrario, deben cambiar la estrategia.
Las estrategias aplicadas y que hoy entendemos como growth hacking no son privativas de la era digital, aunque es evidente que este concepto se ha visto favorecido por el alcance de Internet y la tecnología en todas las clases sociales. Siempre han existido ideas creativas, de grandes respuestas y efectividad probada, solo que ahora la cosa parece dar una vuelta de tuerca ya que con la digitalización todo parece más fácil.
Excelentes resultados con poco presupuesto
Los especialistas coinciden en que el growth hacking combina la creatividad, la analítica y la automatización. Las startups o empresas emergentes resultan la cabal demostración respecto a nuevas formas, nuevos tiempos y, por ende, nuevas estrategias de marketing en las que todo está por construirse y deconstruirse también, pero que necesitan de los tres elementos mencionados por igual.
Uno de los criterios fundamentales a tener en cuenta del growth hacking es la idea de que a la gente le gusta, como mínimo, no perder tiempo valioso. Entonces, toda campaña que lanza una startups debe hacer el mayor esfuerzo para que el lead encuentre las cosas lo más simple y sencillo que sea posible.
La idea de simpleza de la estrategia aplicada conlleva la actitud de darle al cliente las cosas de la manera más fácil posible, no porque a la gente le cueste entender sino porque es preciso simplificar y aclarar todo lo que hace falta para evitar distracciones.
Con sencillez, el growth hacking apunta a resumir pasos al extremo ya que cuando las personas pierden tiempo completando ítems o fases son capaces de dejar la tarea a medio camino, y nadie quiere perder interesados.
El growth hacking aplicado a cualquier negocio
Es importante entender que el growth hacking ha dejado de ser exclusividad de las startups y puede ser utilizado por cualquier tipo de negocio, cualquiera sea el tamaño o el sector en el que se desenvuelva. De hecho, empresas de distintas actividades han empezado a captar especialistas en este tema, convirtiéndose en una profesión altamente demandada.
El growth hacking es, en una primera instancia, una metodología que no requiere de ningún tipo de profesional en especial para ocupar el puesto. Por el contrario, y haciendo caso a la indispensable creatividad, basta que estos encargados de hacer crecer a las empresas, que son llamados growth hackers, sean personas muy analíticas, dispuestas a entender por qué algunas acciones funcionan mejor que otras.
Además, los growth hackers deberán estar buscando constantemente nuevas formas de conseguir mejores resultados, muchas veces rompiendo con las ideas tradicionales. Para ello, es fundamental que estén familiarizados con todas y cada una de las áreas de la organización.
Algunos ejemplos de growth hacking
Uno de los ejemplos más conocidos de aplicación del growth hacking es el famoso modelo freemium que consiste en ofrecer una versión gratuita y limitada del producto o servicio, con la opción de acceder a la versión completa a través de una suscripción mensual. La plataforma de Spotify ha conseguido millones de usuarios alrededor del mundo aplicando este modelo, que ha sido replicado por casi todas las startups conocidas.
Otra de las técnicas más utilizadas por las startups es la de suscripción a través de invitaciones exclusivas. A través de este modelo, se invita a que el nuevo usuario invite o refiera a cierta cantidad de amigos, quienes podrán acceder al servicio mediante esta única vía. De esa forma, se despierta el interés por ser parte del selecto grupo de usuarios.
Los programas de referidos también representan una técnica muy utilizada por los growth hackers; consiste en premiar a los usuarios que refieren a sus amigos y consiguen que se registren. El premio puede ser un pago o descuento en el uso de los servicios. Muchas empresas han conseguido llegar a millones de usuarios en muy poco tiempo aplicando esta técnica.
Así es que ya lo sabes, con el growth hacking puedes conseguir resultados asombrosos para tu negocio sin que el presupuesto sea un problema; contacta cuanto antes a un growth hacker y eleva exponencialmente la lista de tus clientes en muy poco tiempo.